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El Período Transitorio del Futbolista

El período transitorio para un futbolista, es decir, cuando termina la temporada, es el momento ideal para recuperarse física y sobretodo mentalmente. Como saben, la temporada de un futbolista de alto rendimiento es muy larga y exigente. Muchos entrenamientos, muchos minutos de partido, exigencia competitiva, viajes, presión, lesiones, altibajos anímicos y de autoconfianza, etc.

Es tiempo de desconexión, estar en familia, amigos, relax, pero sin olvidar que este periodo es corto, y hay que estar preparado para rendir al máximo cuando llegue el momento de la pretemporada. Por ello, y por todas las tentaciones que podrían tener los futbolistas en éste periodo, vale la pena tener en cuenta ciertos aspectos que van a marcar la diferencia y pueden hacer que empiece la temporada con buen pié, o que se trunque una carrera (se han vivido casos de todo tipo). Ahí van entonces algunos consejos a manejar:

Cuidar la alimentación 

Al ser un período de relax, y donde el cuerpo baja sus niveles de carga física, es importantísimo escoger bien todas y cada una de las comidas ingeridas a lo largo de un día.

La recomendación aquí es acudir a un nutricionista experto, que planifique una dieta acorde con la actividad realizada en este periodo, baja en grasa para evitar subir de peso, y que proporcione un aporte nutricional adecuado a lo que necesita el cuerpo para mantenerse en los niveles óptimos de fitness.

Los expertos recomiendan una ingesta de unas 5 veces al día. Evitar también la ingesta habitual de bebidas alcohólicas y por supuesto, de otras substancias perjudiciales para la salud. Recomendable pesarse diariamente para mantener un control de esto.

Cuidar el sueño

Del mismo modo que en la alimentación, es importante no caer en malos hábitos al dormir. El futbolista debe descansar lo suficiente pero sin trastocar mucho a lo que el cuerpo está acostumbrado, evitando ir a dormir muy tarde en estos periodos vacacionales, algo que podría pasar factura a la hora de readaptar el cuerpo a la rutina de competición.

No dejar el ejercicio diario

El reposo total pasivo es un error que conduce a un descenso de las capacidades físicas del deportista y a la pérdida de las ganancias obtenidas los últimos meses de competición, cosa que más adelante va a hacer que cueste mucho recuperar su estado de fitness óptimo para rendir.

El realizar ejercicio físico continuo, va a permitir el mantenimiento de esas capacidades, además de liberar la mente de estrés y fatiga. La recomendación ahí, es ir aumentando el volumen de carga progresivamente (tanto en carrera como en gimnasio) aumentando también la especifidad del mismo.

Siempre de más general a más específico. En cuanto a la carrera se podrá empezar con ella de forma continua, y se debería terminar de forma interválica con la introducción de esprints a distintas intensidades (recomendado en cinta, o en circuitos controlados).

Evitar la práctica de deportes de riesgo

Como es lógico, si se trata de un deporte de riesgo, el porcentaje de posibilidades de lesión aumenta. Esto no sería para nada beneficioso empezar la temporada por detrás de sus compañeros por culpa de un esguince o una ruptura muscular o esquelética.

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